Lactancia materna, la cara y la cruz

Cuando me quedé embarazada de mi primera hija, Beth, todo es ilusión y alegría, pero también comienzan un montón de dudas y sobretodo la GRAN pregunta "¿Le darás el pecho?", ¡Claro que sí!, y lo siguiente que te dicen... "Es muy bonito y muy importante darle". 
Durante todo el embarazo, sientes la necesidad de saberlo todo, lees de todo; libros, revistas, blogs...etc. más las clases de pre-parto, solo escuchas la cara A de la lactancia materna, "es lo mejor para el bebé" "es una etapa muy bonita" "el contacto con la madre es ideal", te imaginas un tiempo idílico, disfrutando con tu bebé recién nacido, pura perfección. 
La realidad en muchas ocasiones es distinta. Aquí os explico la cara  y la cruz de la lactancia.

En el lado A, mi experiencia con Beth:
Venía de una idea idílica, y luego te das cuenta de la realidad. Antes de salir del hospital ya tenía mis pezones rojizos, irritados y doloridos, te dicen que al principio es normal, lo aguantas, una vez en casa la cosa se va agravando, sale sangre y el dolor es terrible, (imagina que tienes una herida y cada 2-3 horas alguien te succiona la herida por media hora o una hora), voy a los grupos de apoyo una vez por semana, te intentan ayudar y la realidad es que lo importante era no dejar la lactancia materna, es lo mejor para el bebé, pero cada vez que oía llorar a Beth por hambre yo lloraba pensando en el verdadero trauma que suponía para mí, pero mi conciencia no me dejaba darle un biberón. A todo esto se le sumó que, Beth tenía frenillo (y por eso no me agarraba bien), una mastitis y una subida de leche bestial, pensarás que tanta leche es bueno, sí, lo es, pero la realidad idílica se convertía en una sensación asquerosa porque tenía que cambiarme de ropa cada vez, acabábamos las dos llenas de leche de arriba a abajo, y no exagero.
Como podéis leer, la experiencia fue bastante mala, todo esto duró unos 3 meses, en los que estás día y noche dando de mamar a tu bebé, mi sensación fue que no disfruté nada, fue un tiempo poco idílico y en nada mi baja maternal se acabó. Al tercer mes se arregló la situación y le di lactancia hasta los 6 meses, ella misma lo fue dejando poco a poco.

(Al final del artículo podrás ver consejos que he aprendido con la experiencia)

En el lado B, mi experiencia con Lluc:
Después del trauma que pasé con Beth había decidido que no le iba a dar lactancia materna, no podía ni imaginar poder volver a pasar por lo mismo, no fue una experiencia nada bonita. Pero todo el mundo otra vez te hace la pregunta del millón, "¿Le darás pecho verdad?, es muy bonito" y solo piensas por dentro "No tienes ni idea por lo que he tenido que pasar", pero bueno, tragas saliba y contestas para salir del paso "Aún no lo se", si dices que "no" te arriesgas a una reprimenda fijo. Después de hablarlo con mi marido y mi matrona decidí que lo iba a intentar, pero que a la primera de cambio que yo viese que esto iba mal lo pararía, y así lo hice, y esta vez estoy muy contenta de que ha ido bien. Al principio cuesta, en muchos casos duele, y si eres primeriza adaptarse el uno al otro no es fácil, pero en mi caso con Lluc, después de varias semanas ya el tema estaba dominado, eso es lo normal, si perdura en el tiempo el malestar y el dolor ya no es normal.

Cosas que he aprendido con todo esto:


  • Cada hijo es un mundo, una experiencia, te animo a que lo intentes aunque sin llegar a la frustración
  • No juzgues el tema de la lactancia/biberón, los niños se crían perfectamente bien y hoy en día puedes encontrar leche en polvo muy buena. No hace falta ni preguntar a las madres por su decisión
  • Como madre es importante estar bien, no sufrir, los niños detectan eso, es mejor que la madre esté contenta a intentar darle lactancia sin éxito. "Madre contenta, bebé contento"
  • No te sientas mal por no darle el pecho, o no poder, tu hijo será perfectamente criado y crecerá bien
  • La realidad es que la lactancia, aunque vaya bien y no tengas "problemas" no deja de ser un reto y un tiempo bien invertido pero muy sacrificado
  • Otra de las decisiones a tomar es el tiempo que darle lactancia, otra cosa a no juzgar, mi consejo es, dale el tiempo que puedas o que te apetezca. Yo le di a Beth 6 meses y me pareció perfecto para no crearle una dependencia que con el tiempo empeora, con Lluc llevo casi 2 meses y ya veré por cuanto más, hasta que quiera o pueda.
Como conclusión, es verdad que la lactancia materna es todo un invento y desde luego tiene unas ventajas increíbles, pero también es verdad que a veces la cosa se complica, no te sientas mal por nada, disfruta y sé feliz, ¡es lo mejor! Ah! Y escucha a tu madre, a veces, aunque no te lo creas, tiene consejos buenos y muy sensatos :)

KMF

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